Me siento como hace dos años: mintiendo y escondiendos hechos que deberia disfrutar. Eso de hacer las cosas a escondidas y de escabullirse es super emocionante, hasta que llegan las consecuencias y con estas las malas miradas.
Las ganas de gritar "dejen que haga lo que quiera con mi vida" se encuentran al borde de ser escupidas por mi boca. Se necesita algo que jamas tuve y dudo llegar a tener: paciencia y la conciencia completamente limpia. Hasta el mas bueno de los santos alguna vez se sintió culpable por algo. Quizá sea eso lo que hace a la vida mas interesante y divertida. De todas formas "la vie est belle"
Escribo lo que se me ocurre, los hago llamar "monólogos" para no quedar como una tonta. Decime sobre un tema y genero lo que quieras. Futuramente en un manicomio.
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